España entera está alucinada por el fútbol que nos ha ofrecido el F. C. Barcelona durante esta temporada que está a punto de finalizar. La planificación ha sido un total éxito en lo físico, en lo táctico y en lo mental, y todo ello aderezado con títulos que es a la postre lo que verdaderamente importa.
Cuando muchos creían que en el mes de marzo se iba a producir el declive físico y psicológico de este equipo, ha sucedido todo lo contrario, el equipo ha dado un salto más cualitativo y ha llegado en su plenitud y su apogeo a la altura de la temporada cuando se decidían las competiciones.
Una programación estudiada al milímetro por el equipo de trabajo de Pep Guardiola, ha sido una de las claves del éxito, y la calidad de los jugadores que está fuera de toda duda han hecho el resto. Si a esto unimos esa pizca de fortuna que ha tenido en momentos puntuales han creado este Barcelona campeón.
En el lado contrario nos encontramos al Real Madrid, una temporada plagada de problemas institucionales, deportivos, ceses, lesiones, etc.. han llevado a este equipo a un fracaso en todas las competiciones.
Sin embargo la razón de este artículo es para comparar la manera de ser totalmente distinta de dos futbolistas de ambos equipos. SERGIO RAMOS E INIESTA. Iniesta es el anti-divo, un jugador que siempre ha tenido los pies en el suelo, una simplicidad en su forma de ser y una espectacularidad en su juego por hacer fácil lo difícil, y lo que es más importante su calidad futbolística ha ido en progresión con su calidad humana.
El polo opuesto es Sergio Ramos, un jugador que en dos años en el Real Madrid ha dado un giro total en su juego y en su personalidad, que creo ha influido negativamente en su faceta de futbolista.
Su ego no ha ido en proporción con su talento futbolístico, como decía un amigo mío dale un cargo a Pepe y te diré quien es Pepito.
Ha olvidado las virtudes que lo llevaron a fichar en el Real Madrid, si no cambia o alguien en su entorno lo asesora va camino de convertirse en un ídolo de barro. Y lo que es peor de estancarse, su falta de respeto al grupo y a la entidad asistiendo a una corrida de toros en vez de estar junto a sus compañeros en un partido oficial es un ejemplo claro de su talante actual. En la vida en general y en el deporte de élite en particular no existe la memoria, existe el día a día, y si a Iniesta se le recordará a parte de su talento futbolístico, por su calidad humana, a otros se les recordará por su egocentrismo y su nula autocrítica.
Esperemos que Sergio Ramos se pueda dar cuenta y vuelva a dar importancia al fútbol y se olvide de todo lo que rodea a este circo, es jóven y el Real Madrid lo necesita, aún está a tiempo de revertir esta situación y de poder controlar su ego desmedido.
UN SALUDO FRANCIS SANTANA
